El propósito de Dios para la humanidad

DIOS creó a la primera pareja humana con un propósito maravilloso. Quería que Adán y Eva vivieran en un bonito jardín, tuvieran hijos, hicieran de toda la Tierra un paraíso y cuidaran de los animales. Y su propósito no ha cambiado. Eso es lo que Dios quiere para la humanidad (Génesis 1:28; 2:8, 9, 15).

¿Cree usted que algún día viviremos en un paraíso? Jehová nos asegura que sí. Él nos dice: “Me lo he propuesto y lo cumpliré” (Isaías 46:9-11; 55:11). Dios cumplirá sus promesas, y no hay nada que lo pueda impedir. Además, Jehová creó la Tierra con un propósito. “No la creó sencillamente para nada” (Isaías 45:18). Dios quiere que la Tierra se llene de gente. Pero ¿qué clase de personas quiere Dios que vivan en la Tierra, y por cuánto tiempo? La Biblia dice que las personas buenas y obedientes “heredarán la tierra y vivirán en ella para siempre” (Salmo 37:29; Apocalipsis 21:3, 4).

Ahora bien, las personas se siguen enfermando y muriendo. En muchos lugares, luchan y se matan unos a otros. Por supuesto, eso no es lo que Dios quería. Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué no se ha cumplido el propósito de Dios? Solo la Biblia tiene la respuesta.

UN ENEMIGO DE DIOS

La Biblia nos dice que Dios tiene un enemigo llamado “Diablo y Satanás”. En el jardín de Edén, Satanás usó una serpiente para hablar con Eva (Apocalipsis 12:9; Génesis 3:1). Satanás le hizo creer a Eva que era la serpiente la que hablaba. (Vea la nota 7, “Satanás, el Diablo”).

Entonces, ¿creó Dios a Satanás? No. Cuando Dios preparó la Tierra para Adán y Eva, había muchos ángeles en el cielo. Con el tiempo, uno de esos ángeles cambió y se convirtió en el Diablo (Job 38:4, 7). ¿Cómo pudo pasar eso? Bueno, ¿cómo puede alguien honrado cambiar y convertirse en ladrón? Nadie nace siendo ladrón. Pero, si alguien desea algo que no es suyo y sigue pensando en ello, ese mal deseo se hace más fuerte. Y, cuando tiene la oportunidad, acaba robando. Así es como alguien honrado se convierte en ladrón (lea Santiago 1:13-15). (Vea la nota 8, “Los ángeles”).

Eso fue lo que le pasó a aquel ángel. Cuando Jehová creó a Adán y Eva, les dijo que tuvieran hijos y que llenaran la Tierra (Génesis 1:27, 28). Es posible que ese ángel pensara: “Todas estas personas podrían adorarme a mí en vez de a Jehová”. Como siguió pensando en ello, llegó a desear más y más algo que solo le pertenece a Jehová: la adoración. Así que le mintió a Eva y consiguió engañarla (lea Génesis 3:1-5). Al hacer eso, se convirtió en Satanás y en el Diablo. Y así se hizo enemigo de Dios.

Dios les había prohibido a Adán y Eva comer del fruto de uno de los árboles del jardín. Les dijo que morirían si lo hacían. Pero ellos desobedecieron y comieron (Génesis 2:17; 3:6). Adán y Eva pecaron y con el tiempo murieron, tal como Jehová dijo (Génesis 3:17-19). Cuando Adán y Eva tuvieron hijos, estos heredaron el pecado y por eso también murieron (lea Romanos 5:12). ¿Por qué heredaron el pecado los hijos de Adán y Eva? Piense en este ejemplo: imagine que está horneando pan en un molde que tiene un golpe o defecto. El pan saldrá con el mismo defecto que el molde. Cuando Adán desobedeció a Dios, se convirtió en pecador. Como todos somos hijos de Adán, todos tenemos el mismo “defecto” que él, es decir, todos somos pecadores. Y por eso todos envejecemos y morimos (Romanos 3:23).

Al conseguir que Adán y Eva desobedecieran, Satanás empezó una rebelión contra Jehová. Él quería que Adán y Eva creyeran que Dios era un mentiroso, un mal gobernante que no quería lo mejor para ellos. Satanás dio a entender que los humanos no necesitan que Dios les diga lo que deben hacer. También quiso decir que Adán y Eva podían decidir por sí mismos lo que estaba bien y mal. ¿Qué haría Jehová? Podía destruir a los rebeldes y acabar con la rebelión de inmediato. Pero así no demostraría que Satanás es un mentiroso.

Jehová no mató a los rebeldes en ese momento, sino que dejó que los seres humanos se gobernaran durante un tiempo. ¿Por qué? Porque así se demostraría que Satanás es un mentiroso y que Jehová sabe lo que es mejor para nosotros. Aprenderemos más sobre este tema en el capítulo 11. Y usted, ¿qué piensa sobre la decisión de Adán y Eva? ¿Hicieron bien en creerle a Satanás y desobedecer a Dios? Jehová les había dado todo lo que tenían: una vida perfecta, un lugar precioso para vivir y un trabajo agradable. Pero Satanás nunca había hecho nada por ellos. Si usted hubiera estado allí, ¿qué habría decidido?

Igual que Adán y Eva, nosotros debemos tomar una decisión de la que depende nuestra vida. Debemos decidir si queremos tener como gobernante a Jehová o a Satanás. Si elegimos obedecer a Jehová, lo ayudaremos a demostrar que Satanás es un mentiroso (Salmo 73:28lea Proverbios 27:11). Muy pocas personas en este mundo obedecen a Dios. De hecho, él no gobierna el mundo. Pero entonces ¿quién lo hace?

¿QUIÉN GOBIERNA EL MUNDO?

 Jesús sabía quién gobierna el mundo en realidad. Un día, Satanás le mostró a Jesús “todos los reinos del mundo y su gloria”. Y le hizo esta oferta: “Te daré todas estas cosas si te arrodillas y realizas ante mí un solo acto de adoración” (Mateo 4:8, 9; Lucas 4:5, 6). ¿Qué aprendemos de esta oferta? Si esos reinos no eran de Satanás, no se los podría haber ofrecido a Jesús. Está claro que todos los gobiernos son de Satanás.

Quizá usted diga: “¿Cómo es posible que Satanás gobierne el mundo? ¿No es Jehová el Dios todopoderoso, el que creó el universo?” (Apocalipsis 4:11). Sí, lo es. Pero Jesús fue claro cuando llamó a Satanás “el gobernante de este mundo” (Juan 12:31; 14:30; 16:11). El apóstol Pablo llamó al Diablo “el dios de este sistema” (2 Corintios 4:3, 4). Y el apóstol Juan escribió que “el mundo entero está bajo el poder del Maligno”, es decir, en las manos de Satanás (1 Juan 5:19).

EL FIN DEL MUNDO DE SATANÁS

Este mundo es cada vez más peligroso. Hay guerras, corrupción, hipocresía y violencia por todos lados. Los humanos no pueden acabar con estos problemas, por mucho que se esfuercen. Por eso, muy pronto Dios destruirá este malvado mundo en Armagedón y lo sustituirá por un mundo nuevo y justo (Apocalipsis 16:14-16). (Vea la nota 10, “Armagedón”).

Jehová usará un gobierno celestial para traer un mundo justo. A este gobierno se le llama el Reino de Dios. Dios eligió a Jesús como Rey de ese Reino. La Biblia predijo hace miles de años que Jesús gobernaría como “Príncipe de Paz” y que su gobierno no acabaría nunca (Isaías 9:6, 7). Jesús les enseñó a sus seguidores a orar por ese gobierno cuando dijo: “Que venga tu Reino. Que se haga tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra” (Mateo 6:10). En el capítulo 8 aprenderemos que el Reino de Dios sustituirá a los gobiernos de este mundo (lea Daniel 2:44). Después, el Reino transformará la Tierra en un paraíso. (Vea la nota 11, “El Reino de Dios”).

PRONTO VIVIREMOS EN UN MUNDO NUEVO

La Biblia promete: “Hay unos nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos”, y “en ellos reinará la justicia” (2 Pedro 3:13; Isaías 65:17). La Biblia usa a veces la expresión “la tierra” para referirse a las personas que viven en ella (Génesis 11:1). Así que la “nueva tierra” justa estará formada por personas que obedezcan a Dios y tengan su aprobación. Todas ellas vivirán en el Paraíso en la Tierra.

Jesús promete que Dios les dará “vida eterna” a todos los que vivan en el nuevo mundo (Marcos 10:30). ¿Qué debemos hacer para recibir ese regalo? La respuesta está en Juan 3:16 y 17:3 (léalos). Veamos ahora qué dice la Biblia sobre la vida en el Paraíso.

La maldad, la guerra, el delito y la violencia desaparecerán. No quedarán personas malas (Salmo 37:10, 11). La Tierra estará llena de personas que amen y obedezcan a Dios. Habrá paz para siempre (Salmo 72:7). Dios acabará con todas las guerras (Salmo 46:9; Isaías 2:4).

El pueblo de Jehová se sentirá seguro. Cuando los israelitas obedecían a Dios, él los protegía y ellos se sentían seguros (Levítico 25:18, 19). En el Paraíso, tampoco tendremos miedo de nada ni de nadie. Siempre nos sentiremos seguros (lea Isaías 32:18; Miqueas 4:4).

Habrá alimento para todos. La Biblia dice: “En la tierra habrá grano en abundancia”. Y promete que habrá “extraordinaria abundancia en las cumbres de las montañas” (Salmo 72:16). Jehová “nos bendecirá”, y “la tierra dará su fruto” (Salmo 67:6).

Toda la Tierra será un paraíso. Tendremos bonitas casas y preciosos jardines (lea Isaías 65:21-24; Apocalipsis 11:18). Toda la Tierra será tan hermosa como el jardín de Edén. Jehová nos dará todo lo que necesitemos. La Biblia dice esto sobre Dios: “Abres tu mano y satisfaces el deseo de todos los seres vivos” (Salmo 145:16).

Los humanos y los animales vivirán en paz. Los animales ya no atacarán a los humanos. Y los niños estarán a salvo incluso con animales que ahora son peligrosos (lea Isaías 11:6-9; 65:25).

Nadie estará enfermo. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, curó a muchas personas (Mateo 9:35; Marcos 1:40-42; Juan 5:5-9). Pero como Rey del Reino sanará a todos los enfermos. Nadie dirá: “Estoy enfermo” (Isaías 33:24; 35:5, 6).

Los muertos volverán a vivir. Dios promete que resucitará a millones de personas. “Va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos” (Hechos 24:15lea Juan 5:28, 29).

Todos podemos decidir: ¿aprenderemos sobre Jehová y lo obedeceremos, o haremos lo que nosotros queramos? Si obedecemos a Jehová, tendremos un futuro maravilloso. Jesús le dijo a un hombre que estaba a punto de morir junto a él: “Estarás conmigo en el Paraíso” (Lucas 23:43). Aprendamos más sobre Jesucristo y sobre cómo hará que se cumplan las promesas de Dios.

¿Qué futuro le espera a la Tierra?

Cambio climático

    Aumenta la preocupación por el creciente número de noticias que tratan sobre el efecto que el estilo de vida del hombre está teniendo sobre el planeta Tierra. Los científicos advierten que las consecuencias del cambio climático ya han comenzado.

   Quizás se pregunte: ¿Por qué está ocurriendo tal cosa? ¿Qué significado tiene? ¿Qué esperanza existe? Aunque hay muchas opiniones, estoy seguro que a muchos les interesará conocer las respuestas que da la Biblia.

    El profeta bíblico Isaías hace miles de años escribió: La tierra está de duelo, se consume. La tierra productiva se marchita, se desvanece … La tierra ha sido contaminada por sus habitantes, porque han evadido las leyes, han cambiado la norma y han roto el pacto permanente. Por eso la maldición devora esta tierra, y a los que viven en ella se les considera culpables.” (Isaías 24:4-6). Hoy nos encontramos en una situación muy parecida a la que describió el profeta Isaías, y vivimos con las consecuencias de la ambición del ser humano.

   La esperanza de la Biblia está en armonía con el propósito que el Creador tiene para la Tierra. La Biblia deja bien claro que a Dios le interesa lo que le sucede a este planeta. Por ejemplo, en Isaías 45:18 dice que Jehová es "el Creador de los cielos, el Dios verdadero, el que formó la tierra, el que la hizo y la estableció firmemente, … que la formó para que fuera habitada”. A fin de hacer realidad ese propósito, Dios, quien tiene el poder necesario, va a intervenir. (Vea en jw.org el vídeo ¿Por qué creó Dios la Tierra?).

   La Biblia promete que Dios va a "destruir a los que están destruyendo la tierra" (Apocalipsis 11:18); que Dios reemplazará el corrupto sistema del ser humano con un sistema totalmente nuevo (Daniel 2:44).

   Jehová Dios utilizará un nuevo gobierno, o reino, para administrar la Tierra. Cuando los cristianos piden en el Padrenuestro "venga tu reino", en realidad están pidiendo que dicho gobierno asuma el control de la Tierra (Mateo 6:9, 10). El Reino de Dios podrá restaurar zonas del planeta arruinadas por la contaminación y los abusos del medio ambiente. La Biblia promete que bajo el Reino de Dios: "La llanura desértica [...] florecerá como el azafrán. [...] Pues brotarán aguas en el desierto y torrentes en la llanura desértica" (Isaías 35:1, 6).(Vea los vídeos ¿Qué es el Reino de Dios? Y ¿Tiene Dios un nombre?)

   Quizás se pregunte: ¿Son confiables estas promesas bíblicas? ¿Qué pruebas demuestran la existencia de un Creador que se interese por nosotros? ¿Qué espera Dios de mi? Merece la pena descubrir más sobre los propósitos de Dios para la Tierra.

Ver ¿Quién salvará el planeta?

 

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